Postparto
Como su palabra indica es lo que acontece después del parto, en esa fase donde la mujer retoma su actividad diaria, su vuelta a la práctica deportiva….
Por ello es conveniente realizar una valoración del estado de ese suelo pélvico que durante unas cuarenta semanas ha estado soportando un peso determinado y ha modificado su tamaño. Un útero que en condiciones de no embarazo mide unos 7,6 cm de longitud por unos 5 cm de ancho, durante un embarazo pasará a aumentar su capacidad en torno a unas 500 – 1000 veces, llegando a pesar al final de éste unos 900 – 1000g.
Por ello debemos pensar que toda la anatomía perineal tiene que adaptarse a esa nueva situación. No sólo la parte perineal sino también su capacidad abdominal de la cual no nos podemos olvidar.
Para ello aconsejamos que en torno a la sexta semana de postparto se realice una valoración para ver posibles cicatrices, valorar hipotonías musculares por un gran estiramiento a la hora del parto o bien por el uso de instrumentales a la hora se asistirlo, por posibles desgarros y sobre todo para evitar en un futuro posibles incontinencias o pequeños prolapsos que pueden provocarse por la pérdida de ese tono de mantenimiento.
Por otro lado no debemos olvidar la faja abdominal, no tanto por la estética, de si ha quedado un poco distendida o no, sino por la separación y elongación que ha sufrido esa faja abdominal y que tendremos que valorar para no encontrarnos con dolores de espalda. Observar también las posibles diástasis o separaciones de los rectos en cuyo caso deberemos hacer un trabajo específico para poder evitar una intervención quirúrgica.